A Nico, la atractiva cantante de la Velvet Underground, la llamaban la esfinge. A Linda Evangelista, la top de las top de los 90, la llaman el camaleón. Las dos tienen en común bastantes cosas pero sobre todo lo que tuvo que ser una dura situación como madres solteras. Bueno, esto no es del todo así porque en realidad se embarcaron en la experiencia de ser madres solteras sabiendo que no contaban con el apoyo de sus parejas. Parece que a las mujeres más icónicas y espectaculares les estuviera vetada la faceta de la maternidad en solitario, siendo acechadas y criticadas de cerca.
A la agridulce Nico, cuyo nombre era Christa Päffgen, nacida en Colonia, Alemania, le gustaba España. Muchos de nosotros recordamos los famosos anuncios del brandy “Terry me va” con la chica nórdica "Usted sí que sabe". Después de ser contratada por Chanel, decidió marcharse a Nueva York y allí se convirtió en la musa de Warhol, el icono de la modernidad. Fue una mujer dura, en muchos aspectos, infranqueable. Además de modelo, tuvo una vida muy intensa, llena de experiencias en la música y en el cine. Supo desenvolverse por todo el espectro cultural de Manhattan y de Paris, conociendo a cantantes, compositores, directores, actores. Su único hijo, Ari, nació en 1963, sin ser reconocido por su padre, Alain Delon. Fue precisamente la madre del actor y empresario francés la que se hizo cargo del niño porque Nico era joven y no estaba centrada en ello. Nico sintió mucho pesar al respecto. Y consiguió retomar la relación con su hijo quizá un poco tarde: un par de años antes de su muerte. Falleció de forma inesperada y fruto de una negligencia médica. Sufrió un accidente de bicicleta durante una estancia en Ibiza. Al llevarla al hospital la trataron como una insolación cuando lo que le ocurrió fue un derrame cerebral. Aún era una mujer joven, le faltaban unos meses para cumplir 50. Estaba finalmente cerca de su hijo. Tenían años por delante.
La supermodelo eterna, la top de las top de los 90, la más impresionante de ellas, Linda Evangelista, un auténtico camaleón de 1'78m de estatura, dio a luz a su único hijo cumplidos ya los cuarenta. El niño, Augustin James, fue fruto de un corto noviazgo con el consejero delegado de uno de los grandes grupos de lujo del mundo, François-Henry Pinault, casado con la actriz Salma Hayek. El hijo de Linda nació pocos meses antes que Valentina, la hija de Salma Hayek; de hecho, las dos estaban embarazadas del mismo hombre y dieron a luz a sus retoños con una diferencia de meses. Aunque Linda llegó a un millonario acuerdo de manutención para su hijo después de mucha polémica y juicios, tuvo que ser difícil para ella verse rechazada de esa forma por el CEO de compañías de artículos de lujo y marcas de moda.
Estar en lo más alto es igual que estar en lo más bajo: es el mismo vacío, dijo Nico. La mayor desgracia para una modelo es dejar de ser esa belleza que intenta seguir siéndolo a lo largo de los años y acaba víctima de la sombra de lo que fue. En el caso de ellas, fueron ganando en autenticidad, consiguieron más libertad. A pesar de pagar un precio muy alto, creo que llegaron a un punto donde consiguieron ser fieles a sí mismas en vez de estar haciendo lo que otros esperaban de ellas. Y eso ya es un gran triunfo.
Andy Warhol se comportó como un bocazas despreciando a Nico hablando de ella como una adicta gorda. Las revistas del corazón también arremeten contra Linda, publicando fotografías sobre lo irreconocible que está, que si el aumento de hormonas, que si la menopausia.
A mí me siguen pareciendo muy atractivas. Mucho más. Me gusta pensar en ellas como mujeres valientes que se han podido equivocar pero siempre han sido fieles a sí mismas y que, seguramente si les dejan elegir quedarse con una única cosa sobre la faz de la tierra, elegirían el afecto de sus hijos.
Linda Evangelista con su hijo
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